Mafalda: ¿¡ Y por qué debo obedecerte!?
Madre de Mafalda: ¡Porque yo soy tu MADRE!
Mafalda: ¡Pues si es cuestión de títulos, yo soy tu HIJA! ¡Y que yo sepa nos titulamos el mismo día!
Introducción
“La tarea de la crianza no es sencilla, ya que implica transmitir experiencias y valores a los hijos/as. En este breve artículo, exploraremos cómo los padres y madres influyen en la educación de sus hijos, moldeando su comportamiento y ayudándolos a enfrentar los desafíos de la vida con confianza de manera de ser adultos o adultas responsables y por sobre todo felices”.
1.- La Importancia de la Crianza de Hijos
La tarea en la crianza no es simple, porque siempre hay algo (o más bien por lo general, más que algo) del cómo se fue educado y qué se repite en la manera de enseñar a los propios hijos e hijas en los diferentes escenarios en los cuales participan tanto en la familia, colegio, amigos, etc.
Lo anterior resulta interesante cuando se quiere explorar los recursos y repertorios que poseen los padres/madres para enseñar las cosas que alguna vez le fueron enseñados a ellos. En efecto: ¿cómo sabe un padre o una madre acerca de su rol?. ¿Dónde y cuándo se tituló como padre o madre?. ¿habita la culpa y/o la duda de saber si se está haciendo bien con ellos/as.?
Ahora bien, en estricto rigor, no hay dónde ni cuándo; se es padre y se es madre con lo que se “trae”, con las experiencias y con las historias vividas, se educa con la “familia de origen a cuestas” (con todas las experiencias de haber sido hijo o hija), así se hace y se ejerce el rol. De esta manera, el hijo o hija –ineludiblemente – va incorporando desde el momento de nacer (en realidad desde su prehistoria, es decir, antes de nacer, pues desde el momento inicial al saber de su existencia, se comienzan a articular una serie de definiciones, expectativas, emociones, etc. respecto a esta persona que inicia su camino) un repertorio, un argumento, un texto que es entregado por los padres/madres: ¿Qué dice ese texto que se entrega? ¿Cuántos capítulos contiene? ¿Qué dicen sobre el bien a los demás, el respeto, la tolerancia etc.?… y a su vez: ¿Cómo van recibiendo y asimilando esos textos los hijos/as?
2.- Transmitiendo Experiencias y Valores
Sin lugar a dudas, es sabido que los padres/madres son los primeros modelos, son los “primeros libros” en que los hijos e hijas aprenden a leer. Por ello, lo que dicen o no dicen es extremadamente gravitante en ellos/as. Generalmente, los hijos o hijas aprenden de estos primeros modelos de cómo “ser” seres humanos. Pero también los padres/madres entregan los “textos” de cómo se deben “hacer” las cosas en la vida. ¿Cómo se les enseña a los hijos/as a mirar y hablar a los compañeros o compañeras de cursos, amigos o amigas, hermanos o hermanas, docentes, etc.? ¿Cómo los padres y madres les educan en la escucha, en el respeto, en la corresponsabilidad, en la alegría? ¿Se les educa en la capacidad de asumir sus responsabilidades?.
Ardua tarea es la crianza y varios son los “libros” que se les van leyendo cuando están (o no están) con ellos/as. Ser padres/madres es tarea compleja -pero no por eso una experiencia de crecimiento personal y trascendencia- y esta condición de ser, vale decir, este rol clave para otros y otras (hijos e hijas), tiene sus orígenes en el propio lugar de haber sido hijo/a, en otras palabras, se es padre o madre “leyendo los propios relatos” que quedaron escritos cuando se fue niño o niña y que alguna vez se los “leyeron” papá y/o mamá. Hay por lo tanto, una suerte de transmisión de revelo, testimonial y trasngeneracional.
En este sentido, por ejemplo, un hijo/a aprenderá a hacerse cargo de lo que dice de sí mismo o de lo que habla sobre los demás o a no burlarse de sus compañeros/as o a tener claros sus deberes para exigir sus derechos, si ha “leído” en sus padres/madres que ellos también se hacen cargo de este tipo de cosas. En todo caso, no es cuestión solo de un decir, sino también de la solidés de cómo se anuncia.
No es casual -por ejemplo- que cuando se quiere entender el comportamiento de un estudiante, se mire en primer lugar a los padres/madres y se pueda encontrar en ellos los patrones que han incorporado los hijos o hijas.
Finalmente, es lícito preguntarse: ¿Cómo los padres/madres van dejando (permitiendo, desamarrando) que los hijos/as escriban sus propios textos? Cuando los padres/madres miran a sus hijos o hijas: ¿qué ven en ellos o mejor dicho, qué “leen” en ellos? ¿Se leen a sí mismos o posibilitan que cuenten con los espacios y los tiempos para re-crear sus propias novelas?. Habrá que tener cuidado entonces, en permitir que los hijos o hijas no repitan o no copien el mismo texto de papá o mamá de manera de convertirlos en adultos o adultas dueños/as de sí mismos/as para que puedan asumir sus propios desafíos y escribir sus propios textos en la vida y sus vicisitudes.
Conclusión
“En resumen, la crianza de hijos es un proceso complejo pero significativo. Los padres/madres son los primeros modelos de sus hijos, y a través de sus acciones y enseñanzas, marcan el camino para el desarrollo de su identidad y su capacidad para asumir desafíos. Fomentar un ambiente de respeto, amor y confianza permitirá que los hijos/as crezcan como adultos/as dueños/as de sí mismos/as, listos para enfrentar con éxito los retos que la vida les presente.”
Ps. Mauricio Pizarro Castillo